En el niño/a :
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Muestra repentinos cambios en el comportamiento o en su rendimiento habitual.
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Presenta problemas físicos o médicos que no reciben atención de sus padres.
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Muestra problemas de aprendizaje que no pueden atribuirse a causas físicas o neurológicas.
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Siempre esta "expectante", como preparado para que algo malo ocurra.
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Se evidencia que falta supervisión de los adultos.
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Es sumamente hiperactivo o por el contrario excesivamente responsable.
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Llega temprano al colegio y se va tarde o no quiere irse a su casa.
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Falta en forma reiterada al colegio.
En la familia :
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Dan muestras de no preocuparse por el hijo; raramente responden a los llamados del colegio o al cuaderno de citaciones.
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Niegan que el niño tenga problemas, tanto en el colegio como en el hogar, o por el contrario maldicen al niño por su conducta.
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Por su propia voluntad autorizan a que la maestra emplee "mano dura" o incluso algún chirlo o sacudón si su hijo se porta mal.
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Cuestionan todo lo que hace su hijo, se burlan o hablan mal de él ante los maestros.
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Demandan de su hijo un nivel de perfección académica o un rendimiento físico que es inalcanzable para el niño .
En los padres e hijos :
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Rara vez miran a la cara o tienen contacto físico con otra persona.
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Consideran que la relación con su hijo es totalmente negativa.
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Demuestran que casi nadie les cae bien.
- Tienen una actitud recíproca de permanente tensión.
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